dimarts, 24 de juliol del 2012

NOAM CHOMSKY: LES 10 ESTRATÈGIES DE MANIPULACIÓ MEDIÀTICA

La professora Núria Giné m'ha passat un text de Chomsky. Les estratègies de manipulació mediàtica que exposa l'autor s'apliquen perfectament al moment que estem vivint.

por el
1. La estrategia de la distracción.
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del
público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales” (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas’).
2. Crear problemas, después ofrecer soluciones.
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad.
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que  condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir.
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar
engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad” (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas’).
6. Utilizar el aspecto emocional más que la reflexión.
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores” (ver ‘Armas  silenciosas para guerras tranquilas’).
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto, malhablado, admirador de gentes sin talento alguno, a despreciar lo intelectual, exagerar el valor delculto al cuerpo y el desprecio por el espíritu…
9. Reforzar la autoculpabilidad.
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus
capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la  mayor parte los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

dilluns, 16 de juliol del 2012

SUPERAR EL DESÀNIM

Editorial d'Aula de Innovación Educativa, 213-214, juliol-agost 2012


En la editorial del anterior número de esta revista nos referíamos a la preocupante situación que está atravesando el sistema educativo, fruto de las decisiones que están tomando quienes gobiernan, a raíz de la situación de crisis económica en la que nos encontramos. Las consecuencias son diversas.

De una de estas consecuencias, a la que quizás no estemos prestando suficiente atención, queremos tratar aquí. Los recortes y la sensación de que se están tomando decisiones que pueden provocar situaciones preocupantes están dando lugar a una consecuencia que, quizás, sea lo más grave de todo lo que está sucediendo: la sensación de desánimo, una sensación cada vez más extendida entre los y las docentes.

En la educación, desde la Infantil a la Universitaria, tenemos problemas graves, muy graves, y es preocupante porque la educación es una pieza esencial para el progreso y la equidad social. La situación es alarmante, pero no sólo en el ámbito educativo: estamos asistiendo a un proceso de involución como nadie se podía imaginar no hace demasiado tiempo.

Tenemos la sensación de que nos estamos dirigiendo a una catástrofe social pero, en lugar de resistir, nos ha invadido un sentimiento de fatalidad que parece paralizarnos. Quienes estamos afectados por este estado de ánimo no somos sólo los docentes, evidentemente. Pero, en profesiones como la nuestra, la actitud y los estados anímicos son algo que, lo queramos o no, influye en nuestra tarea profesional y que, por lo tanto, puede tener repercusiones en las relaciones de enseñanza – aprendizaje.

El momento es muy delicado. Hay que empezar a pensar seriamente en que es necesario articular una respuesta. Tenemos que avanzar del desánimo y la indignación a la protesta articulada. El reto de poner nuestro grano de arena en la configuración de una respuesta social y educativa ante las medidas que se están tomando, tiene que ayudarnos a ver que tiene que ser posible parar –o cuando menos disminuir- el proceso involucionista en que nos encontramos inmersos.

Después de unos años en que las condiciones de la educación en nuestro país han ido mejorando de manera evidente, a pesar de los problemas que aún arrastrábamos, parece que ahora hemos invertido el camino. Es en estos momentos, cuando las cosas pueden ir mal, que se requiere un compromiso personal y colectivo que necesariamente debe abarcar más allá de nuestras aulas.

Quizás esta necesidad de posicionarnos pueda estimularnos y ayudar a superar la sensación de desánimo que, aunque explicable, puede llevar a un fatalismo inhibidor y esto es justo lo que no conviene a nuestra educación.

A la vez, es necesario que construyamos una manera de ver las cosas que permita fijarnos en la potencialidad de la relación educativa, incluso cuando los obstáculos parecen cada día mayores. Aunque suene a tópico, es cierto que a menudo las dificultades se convierten en oportunidades. Tenemos que ser creativos y trabajar colegiadamente para encontrar nuevas maneras de hacer algunas cosas.

Las vacaciones de verano, después de un curso tan complejo como el que ahora finaliza, son también una buena oportunidad para recuperar energías y acometer el inicio del próximo curso con otra mirada. Es posible y es necesario que se haga así.

dilluns, 9 de juliol del 2012

NEGOCI I EDUCACIÓ (Recull de premsa)

LA INFORMACIÓN.COM

Una universidad demanda a un estudiante que se sacó la carrera demasiado rápido

4 julio 2012 - 16:50 - Autor:
Las universidades siempre han estado en contra de los estudiantes lentos; pero cuando alguien se apresura para acabar antes su carrera, de repente tiene que pagar. Es lo que piensa una escuela de negocios alemana, que está demandando a uno de sus estudiantes por la pérdida de ingresos que ha supuesto para ellos que el chico terminara su licenciatura y maestría en alrededor de una cuarta parte del tiempo normal.
El coco se llama Marcel Pohl y completó los 60 exámenes de la carrera en sólo 20 meses, graduándose en agosto de 2011. Cuando el resto de los estudiantes necesitan de media once semestres para terminar, a Marcel apenas le llevó tres.
Este hecho no ha gustado nada a la universidad privada alemana con sede en Essen School of Economics and Management (FOM), que ahora reclama al joven de 22 años que pague sus honorarios de la cuota íntegra de los 5 años y medio del curso, unos 3.000 € extras, a lo que el joven se ha negado en redondo.
“Cuando llegó la demanda, no me lo podía creer”, afirma el joven en un diario alemán, quien ahora trabaja para un banco en Frankfurt y que se pregunta si este es el premio a su excelente rendimiento académico. Marcel completó su licenciatura a velocidad turbo mediante el reparto y fragmentación de todas las clases con dos amigos, entre los que se intercambiaban los apuntes de las asignaturas. Al mismo tiempo, también hizo unas prácticas en un banco.
Sin embargo, la FOM argumenta que sus tarifas son por el precio total de los estudios, independientemente de cuánto tiempo duren. Y que ellos quieren su dinero que para algo son una escuela de negocios, por muy rápido que el chico se haya ventilado los cursos.
El asunto está en los tribunales.